Lograr producir en la Amazonía colombiana un cacao diferenciado, con identidad ligada a su origen geográfico, sostenible, con trazabilidad y por el que los compradores -internos y externos- paguen un precio superior, es el reto que enfrentan los cacaoteros de la región amazónica y el programa Cacao para la vida: + Bosques en la Amazonía de la Iniciativa Cacao, Bosques & Paz -CB&P.
Perú, Colombia y Brasil comparten la zona geográfica en la que se originó el cultivo del cacao y que se remonta a 5.300 años atrás. Hoy estos mismos países comparten los mercados de un producto de gran demanda por parte de la industria del chocolate. Aunque las cifras del cultivo del cacao en la región amazónica colombiana son inferiores respecto a las de otras zonas cacaoteras colombianas y de los cultivos en Perú y Brasil, el grano colombiano tiene grandes posibilidades de posicionarse como un cacao diferenciado en atributos de sostenibilidad y cero deforestación.
Para entender la situación y las perspectivas del cacao colombiano, es importante primero analizar las cifras comparativas del cultivo cacaotero amazónico en Perú, Brasil y Colombia en términos de extensión, producción y exportación, productividad, costos, rentabilidad y densidad de cultivo.
Existe una diferencia muy significativa en superficie de cultivos de cacao entre la región amazónica de Colombia en comparación a la de sus pares de Perú y Brasil. Colombia, para el año 2018, apenas reportó 8.283 hectáreas mientras que Perú en el año 2019 reportó 177.605 hectáreas y Brasil 151.885. Es decir, los cultivos cacaoteros en las regiones amazónicas de Perú y Brasil son 20 veces mayores que los de Colombia.
Perú es un productor amazónico de cacao con 138.810 toneladas (2019) que representan el 98,35% de su producción nacional. En el caso de Brasil, los estados de la zona produjeron 135.200 toneladas que representan un 52,14% de la producción nacional total. Colombia es el país con menor producción de cacao del Amazonas con 1.303 toneladas (2019) que conforman el 2,18% del total nacional. Desde la perspectiva regional amazónica, el promedio de productividad alcanza 0,68 toneladas de grano seco por hectárea. El país con mayor productividad es Perú (0,96 toneladas/hectárea), seguido por Brasil (0,73) y Colombia (0,36 – 0,25 toneladas/hectárea).
Hacia un cacao amazónico colombiano diferenciado
La región del Amazonas colombiano tiene las condiciones climáticas y ambientales idóneas para el desarrollo del cultivo del cacao. Sin embargo, estas condiciones por sí solas no garantizan producir un cacao diferenciado, con identidad ligada a su origen geográfico, sostenible y con trazabilidad. Se requieren atributos que le den un valor agregado al cacao amazónico colombiano.
Ambiental
Los cultivos cacaoteros deben combinarse con especies forestales propias de los bosques circundantes, en particular con aquellas que estén en algún grado de amenaza y que ayuden además a la conservación de la biodiversidad vegetal y de fauna. El cacao agroforestal sostenible impacta positivamente en el ambiente permitiendo la captura de carbono y la sostenibilidad de los ecosistemas, mejorando los suelos y preservando las fuentes de agua.
“Los indicadores de la región colombiana indican cosechas de 390 a 400 kilos de almendra seca por hectárea, una cifra muy por debajo de lo que acontece en zonas del Brasil en donde, con el uso de sistemas de fértil riego, se pueden alcanzar 2.500 kilos por hectárea. Sin pretender que vamos a llegar rápidamente a los valores de la producción brasileña, si planteamos planes de fertilización, de podas, de manejos fitosanitarios y de riego podremos en un corto plazo duplicar la producción de grano por hectárea. Si lo logramos no necesitaremos sembrar más hectáreas, sino en una sola, producir lo que actualmente cosechamos en dos o tres hectáreas de cultivo de cacao”, afirma Yesid Beltrán, Líder de desarrollo agroambiental en el programa rendición amazonia, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible
En cuanto a la densidad, es decir cómo se combina el cultivo del cacao con plantaciones forestales maderables, en Brasil se refieren combinaciones de 1.110 plantas de cacao con 45 y 30 árboles maderables. Perú presenta densidades de siembra que van desde 1.000 a 1.280 plantas de cacao por hectárea con un componente forestal que varía entre 30 y 156 árboles por hectárea. Para el caso de Colombia las densidades de siembra van desde 600 hasta 1.280 plantas de cacao por hectárea en combinación con 102 y 160 árboles, respectivamente. Mauricio Galindo, Director en Colombia de Rainforest Alliance, opina que una clave para el éxito del cacao colombiano amazónico sería “desarrollar un modelo de agroforestería y un modelo de trazabilidad para todo el programa”.
Con relación a los costos de cultivo, en el caso de Brasil, una hectárea de cultivo de cacao con una densidad de siembra de 1.111 plantas de cacao, cuesta alrededor de 1.924 dólares. Esta misma densidad de siembra en Perú presenta costos de 2.364 dólares en la región San Martín y 3.584 dólares en la región de Junín. En Colombia el establecimiento de una hectárea de cacao para un sistema agroforestal con 1.200 plantas de cacao alcanza los 3.032 dólares. Analizando la rentabilidad, en Brasil se reportan tasas de retorno relativamente altas, entre 24% y 51% con horizontes a 20 y 25 años. En Colombia, la rentabilidad es mucho menor con una Tasa Interna de Retorno (TIR) de 10% a 16.23%. En cuanto a Perú, la rentabilidad oscila entre y 4% y 10,9%.
En Brasil la producción cacaotera se complementa con otras prácticas agropecuarias, especialmente la ganadería. En Colombia también se complementa con ganadería de leche y carne, banano, caña, cítricos y especies menores. En Perú se reporta que el 54% los productores combinan su actividad con otras prácticas agrícolas y pecuarias. Expertos del programa Cacao para la vida: + Bosques en la Amazonía de Cacao, Bosques & Paz -CB&P (*) recomiendan a los cacaoteros colombianos de la zona amazónica que el cacao puede cultivarse con plantaciones de ciclo corto como yuca o plátano, que contribuyan con la alimentación y la economía de las familias productoras mientras el cacao alcanza una madurez productiva.
Genética y buenas prácticas de cultivo y producción
Considerando que el cacao es originalmente amazónico, al potenciar las variedades locales con características organolépticas especiales, se podrían obtener mejores precios de compradores internos y externos, si el proceso de cultivo y beneficio (fermentación y secado) se realiza con atención a la calidad de producto. Los productores se pueden asociar con el fin de reducir costos, mejorar la calidad del grano al unificar los procesos de fermentación y secado, y obtener un mejor precio de venta. Las certificaciones de comercio justo y producción orgánica dan un plus al precio.
Expuesto el panorama general del cacao amazónico, surge la necesidad de diseñar oportunidades para la diferenciación del cacao amazónico colombiano, vital para sobresalir en el mercado. “Los consumidores en Europa y Estados Unidos quieren un cacao con trazabilidad, que no venga de zonas deforestadas, que no sea cultivado con trabajo infantil por lo que un cacao amazónico colombiano con trazabilidad y transparencia tiene una oportunidad de mostrar sus atributos positivos, y lograr llegar al mercado de nicho de la chocolatería fina”, señala Wendy Arenas Wightman, directora de Alianzas para la Sostenibilidad – ALISOS.
Si los cacaoteros de la zona en el piedemonte amazónico cacaotero colombiano logran cultivar estas recomendaciones en sus sembradíos de cacao, tendremos un cacao amazónico colombiano diferenciado, con denominación de origen, sostenible y con trazabilidad. Un cacao que, como el café colombiano, conquiste el mundo por su calidad y su origen.
(*) El programa Cacao para la vida: + Bosques en la Amazonía de Cacao, Bosques & Paz -CB&P es una iniciativa público – privada que promueve modelos agroforestales que cierren la frontera agropecuaria, protejan los sistemas estratégicos, den un uso adecuado del suelo y ayuden a la implementación del Acuerdo de Paz. CB&P forma parte de acuerdos internacionales como la Alianza de Bosques Tropicales -TFA, Coalición para la Alimentación y Uso del Suelo – FOLU e Iniciativa de Cacao. El programa tiene una duración 18 meses y es implementado por Alisos, Rainforest Alliance y Wildlife Conservation Society con Fondos de UK PACT (Partnering for Accelerated Climate Transitions) y Cooperación Alemana (GIZ).